Los resultados de la última Encuesta de Medición del Nivel de Vida indican que alrededor de un tercio de las/os nicaragüenses vive en situación de pobreza.
De acuerdo a las estadísticas del Banco Mundial, Nicaragua es uno de los países más pobres de América Latina. FUNIDES refleja otros datos que confirman esta situación en su estudio Incidencia del Gasto Público en la Reducción de la Pobreza y la Desigualdad.
Sin embargo, según los resultados obtenidos en el presente estudio, los niveles de vulnerabilidad en Nicaragua son mayores que los niveles de pobreza.
Al analizar el Ingreso de Mercado, el 48.2 por ciento de las personas se encuentran vulnerables a caer o permanecer bajo la línea de pobreza (LP) de US$ 1.8 al día por persona.
A medida que esta línea aumenta, también aumenta la vulnerabilidad, de manera que con una LP de US$ 2.0 al día por persona, el porcentaje de población vulnerable es de 51.9 por ciento y con una LP de US$ 2.6, los niveles de vulnerabilidad son del 59.5 por ciento.
En su conjunto, las intervenciones públicas logran reducir los niveles de vulnerabilidad entre 6 y 10 por ciento. No obstante, se identificó que a pesar de que los programas sociales inciden en la reducción de la pobreza, no disminuyen las probabilidades de los hogares beneficiarios de volver a caer por debajo de la línea de pobreza en el futuro.
De hecho, la única intervención que disminuye significativamente los niveles de vulnerabilidad es el gasto social en servicios de salud y educación.
¿Cómo estamos en salud y educación?
Por otro lado, la transferencia promedio per cápita de los programas del gobierno es de 130.3 córdobas al mes, mientras que la transferencia promedio por los servicios de salud y educación es de 315.3 córdobas al mes.
Al desagregar el gasto social en servicios de salud y educación, se encuentra que la transferencia más alta es en educación superior (519.7 córdobas al mes por persona), mientras que en educación básica, la transferencia promedio es de 124.8 córdobas al mes por persona y en servicios de salud es de 226.8 córdobas al mes por persona.
Por área de residencia, se identificó que las transferencias son mayores en el área urbana, aunque la incidencia de la pobreza es mayor en el área rural.