Gabriela Alemán es una talentosa ilustradora, bailarina y activista. Nació en Estados Unidos, pero para ella la nacionalidad va más allá de haber nacido en un lugar. Es estadounidense, pero también nicaragüense y salvadoreña.
Hija de migrantes que tuvieron que abandonar sus países de nacimiento para ofrecerle un mejor futuro, Gabriela Alemán conoce de cerca el rostro de la migración y se siente inspirada por el esfuerzo que realizaron su mama y su papa para darles una mejor vida a ella y sus hermanos.
Fue mientras su mamá realizaba trabajos domésticos que tuvo su primer acercamiento con los colores, pues su madre encontró en el dibujo una manera de entretenerla cuando ella trabajaba. «Mi mama me compraba papeles reciclados, lápices de colores y cómics», recuerda Gabriela Alemán.
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La ilustración digital
Desde hace dos años hizo de la ilustración digital una herramienta para darle forma y colores a sus ideas, que antes no sabía cómo expresar. Además de ser un arte en el que encuentra tranquilidad, es una manera de colaborar con las causas sociales que apoya en su tiempo libre.
Aparte de ser activista por los derechos humanos, también participa como bailarina en el grupo de folklore nicaragüense Chavalos Danza por Nicaragua. Un colectivo de danza que pertenece a Chavalos de aquí y de allá, una organización que promueve el arte y la cultura nicaragüense en San Francisco, California, Estados Unidos.
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Con Chavalos, además de bailar folclor, organiza actividades para apoyar a familias de escasos recursos. «El trabajo humanitario que realizamos es impresionante, porque vemos los resultados en las comunidades que apoyamos», comenta.